Would You Walk Away?

The Main Idea

What if the question “How do I get into Heaven?” isn’t answered the way most people think? Many assume eternal life is a reward for being a good person. But what if goodness isn’t good enough?

Most of us spend our lives climbing a ladder—doing good, checking boxes, following rules—only to discover the ladder is leaning against the wrong wall. This message confronts the deception of “good enough” and reveals the truth about salvation through the eyes of Jesus in His encounter with the rich young ruler.

Scriptures

Mark 10:17-27

¹⁷ As Jesus started on his way, a man ran up to him and fell on his knees before him. “Good teacher,” he asked, “what must I do to inherit eternal life?”

¹⁸ “Why do you call me good?” Jesus answered. “No one is good—except God alone. ¹⁹ You know the commandments: ‘You shall not murder, you shall not commit adultery, you shall not steal, you shall not give false testimony, you shall not defraud, honor your father and mother.’^[a]”

²⁰ “Teacher,” he declared, “all these I have kept since I was a boy.”

²¹ Jesus looked at him and loved him. “One thing you lack,” he said. “Go, sell everything you have and give to the poor, and you will have treasure in heaven. Then come, follow me.”

²² At this the man’s face fell. He went away sad, because he had great wealth.

²³ Jesus looked around and said to his disciples, “How hard it is for the rich to enter the kingdom of God!”

²⁴ The disciples were amazed at his words. But Jesus said again, “Children, how hard it is^[b] to enter the kingdom of God! ²⁵ It is easier for a camel to go through the eye of a needle than for someone who is rich to enter the kingdom of God.”

²⁶ The disciples were even more amazed, and said to each other, “Who then can be saved?”

²⁷ Jesus looked at them and said, “With man this is impossible, but not with God; all things are possible with God.”

Questions for Discussion

1. Icebreaker: If someone on the street asked you, “How do you get into Heaven?”—what do you think most people would say? What would you have said in your teenage years?

2. Have you ever found yourself comparing your morality or lifestyle to others as a way to feel “good enough”? What did that produce in you—pride or discouragement?

3. Read Mark 10:17–27. What does Jesus reveal about the dangers of trusting in our achievements, wealth, or moral behavior for salvation?

4. What is something in your life—status, career, relationships, finances—that would be hard to surrender if Jesus asked you to give it up? How can your group help you trust Jesus more deeply in that area?

5. Jesus looked at the rich young ruler and loved him. How does knowing Jesus loves us even when confronting our idols affect the way we respond to His call to “Follow Me”?

Moving Forward

Ask yourself this week: What am I trusting to save me, besides Jesus? What’s the one thing that, if Jesus asked you to let go, would make you walk away sad? Real freedom comes when we surrender that one thing and follow the One who gave up everything for us.

La idea principal

¿Qué pasaría si la pregunta “¿Cómo llego al Cielo?” no se responde como la mayoría cree? Muchos piensan que la vida eterna es una recompensa por ser una buena persona. Pero, ¿y si ser “bueno” no es suficiente?

Pasamos la vida subiendo una escalera—haciendo el bien, siguiendo reglas—solo para descubrir que está apoyada en la pared equivocada. Este mensaje enfrenta la mentira del “suficientemente bueno” y revela la verdad sobre la salvación a través de los ojos de Jesús en su encuentro con el joven rico.

Escrituras

Marcos 10:17-27

¹⁷ Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? ¹⁸ Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino solo uno, Dios. ¹⁹ Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. ²⁰ Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. ²¹ Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. ²² Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.

²³ Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! ²⁴ Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas! ²⁵ Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. ²⁶ Ellos se asombraban aún más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? ²⁷ Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.

Preguntas para debatir

• Rompehielo: Si alguien en la calle te preguntara: “¿Cómo se llega al Cielo?”, ¿qué crees que respondería la mayoría? ¿Qué hubieras respondido tú en tu adolescencia?

• ¿Alguna vez te has comparado con otros para sentirte “suficientemente bueno”? ¿Eso produjo orgullo o desánimo en ti?

• Lee Marcos 10:17–27. ¿Qué revela Jesús sobre el peligro de confiar en nuestras obras, logros o riquezas para obtener la salvación?

• ¿Qué hay en tu vida—estatus, carrera, relaciones, finanzas—que sería difícil de entregar si Jesús te pidiera dejarlo? ¿Cómo puede este grupo ayudarte a confiar más profundamente en Jesús?

• Jesús miró al joven rico y lo amó. ¿Cómo cambia eso tu respuesta cuando Jesús te llama a dejar algo y seguirlo?

Avanzando

Pregúntate esta semana: ¿En qué estoy confiando para salvarme, aparte de Jesús? ¿Qué cosa, si Jesús te pidiera dejarla, te haría alejarte con tristeza? La verdadera libertad viene cuando soltamos eso y seguimos a Aquel que lo entregó todo por nosotros.